El azafrán es conocido mundialmente como una de las especias más costosas y valiosas, de ahí su denominación de “oro rojo”. Su origen proviene de los estigmas de la flor Crocus sativus, y cada hebra representa un tesoro milenario de la naturaleza.
Uno de sus principales proveedores del mundo es España, donde la producción artesanal juega un papel crucial. Su cultivo se realiza principalmente en regiones con climas templados y suelos bien drenados. En el país ibérico, la zona de La Mancha es famosa por su producción de alta calidad.
Además, la recolección de los pistilos es un proceso sumamente delicado y laborioso. Cabe destacar que la flor del azafrán tiene que ser cosechada el mismo día en que florece y el proceso debe continuar con una cuidadosa extracción y secado de las hebras o estigmas. En esta región, los agricultores siguen métodos ancestrales que son transmitidos de generación en generación, que garantizan la pureza y el sabor. Incluso, la recolección se lleva a cabo a mano: un sistema laborioso que refleja la dedicación y el esmero de los productores.
El “oro rojo” es valorado por su capacidad para aportar un vibrante matiz dorado a los platos, además de un sabor y aroma incomparables. En la gastronomía mundial, es un ingrediente indispensable en platos tradicionales, otorgándoles un color, sabor y aroma distintivo. En España, se suele utilizar en recetas icónicas como la paella y el arroz con leche, transformando platos simples en experiencias culinarias sofisticadas.
En otras culturas, como la india, esta especia es fundamental en platos como el biryani y diversos dulces, mientras que en Medio Oriente se utiliza para aromatizar y colorear arroz y guisos. En Europa, se incorpora en salsas y sopas, destacándose por su toque dorado y aromático que enriquece diversas preparaciones.
Un ingrediente clave de Fernet Branca
Un dato poco conocido es que el azafrán se utiliza para elaborar una de las bebidas más populares en la Argentina: el Fernet Branca. Su receta, que se mantiene inalterable desde hace casi 180 años, considera a este ingrediente uno de sus botánicos más valiosos. De hecho, la destilería que prepara este aperitivo es uno de los mayores importadores de esta esencia en el país.
“Estamos hablando de uno de esos ingredientes que hacen una bebida de lujo. Se trata de un botánico cultivado y recolectado con una delicadeza única en el mundo, sin el que no podríamos elaborar fernet. Es una parte fundamental para la construcción de lo que llamamos la sabiduría de cuatro continentes. Nuestro producto está inspirado en los valores de todos estos botánicos”, explicó Martín Olivera, Brand Ambassador de la marca.